Tres posibles fórmulas de vacunas contra el virus del Zika se han mostrado eficaces y seguras en test con monos realizados recientemente en Estados Unidos.
Al final del mes de junio, científicos brasileños y estadounidenses habían informado en un artículo publicado en la revista Nature sobre el efecto protector en ratones de dos tipos de vacunas: un inmunizante producido con el virus inactivado y otro obtenido elaborado con base en dos genes del Zika, que es la llamada vacuna de ADN. Ese mismo grupo publicó –el 4 de agosto– en la revista Science los resultados de la siguiente etapa, la última antes de empezar los ensayos en seres humanos.
“Estos resultados son importantes, puesto que muestran que es posible generar protección contra el virus del Zika en monos, animales con un sistema de defensa mucho más similar al del ser humano que el de los ratones”, afirma el inmunólogo brasileño Rafael Larocca, investigador del Centro de Virología e Investigación en Vacunas (CVVR) de la Escuela Médica Harvard, en Estados Unidos. Larocca integra el equipo de Dan Barouch en el CVVR, y, junto a su colega Peter Abbink, es uno de los principales autores de ambos estudios.
En las pruebas más recientes, los investigadores vacunaron macacos Rhesus –con dosis única o con una dosis inicial seguida de un refuerzo– utilizando una de estas tres fórmulas: la de virus inactivado, la vacuna de ADN o una tercera posibilidad, en la cual se emplea un adenovirus recombinante para expresar los genes del virus del Zika. Todas se mostraron igualmente capaces de impedir la infección posterior por la variedad del Zika en circulación en Brasil y en Puerto Rico.
Una de esas formulaciones especialmente –la de virus inactivado, desarrollada por el Instituto de Investigación Walter Reed, del Ejército estadounidense– generó una protección bastante amplia. Monos y monas tratados con ésta y posteriormente infectados con Zika no presentaron niveles detectables del virus en la sangre, ni tampoco en la orina, en el líquido cefalorraquídeo o en la secreción vaginal.
“Este tipo de protección es relevante a causa del riesgo de transmisión sexual”, comenta el neuroinmunólogo Jean Pierre Peron, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP) y coautor de los artículos.
Hasta comienzos de este año, sólo se conocía la transmisión por la picadura de mosquitos, especialmente del Aedes aegypti. Pero informes elaborados en los últimos meses sugieren que la transmisión sexual, incluso por la vía del sexo oral, puede desempeñar un papel más importante que el que los científicos imaginaban. Varios registros indicaban que el zika puede contagiarse a través del semen: este mes, un equipo de Francia informó que un hombre aún liberaba virus por el semen 93 días después de la infección.
Un poco antes, en julio, científicos estadounidenses habían informado acerca del primer caso de transmisión sexual de mujer a varón. “Este cuadro resulta preocupante”, afirma el virólogo Paolo Zanotto, quien también es investigador del ICB-USP y colaborador en los artículos. Zanotto y Peron integran la Red Zika, que es el consorcio formado por investigadores de São Paulo para la investigación del virus con el apoyo de la FAPESP.
Durante las últimas semanas, Zanotto ha venido sugiriéndole al grupo de Harvard la realización de experimentos en monos utilizando distintos aislados de virus del Zika y de virus del dengue. “Es menester verificar si se producen interacciones entre los diferentes virus y entender las implicaciones de ello”, afirma el investigador.
En uno de los experimentos que se relatan en Science, los investigadores también extrajeron anticuerpos contra el virus del Zika de la sangre de monos vacunados y se los inyectaron a ratones que nunca habían tenido contacto con el virus ni habían sido vacunados.
Los anticuerpos se mostraron lo suficientemente potentes como para proteger a los roedores contra la infección por Zika. “Esta protección que brindan los anticuerpos transferidos de un organismo a otro demuestra que quizá sea posible desarrollar estrategias de inmunización pasiva, tal como la que existe para proteger a los fetos de madres infectadas por citomegalovirus”, explica Zanotto.
El equipo del CVVR planea iniciar durante los próximos meses los ensayos con seres humanos, especialmente con la fórmula que contiene el virus desactivado. Al menos otras dos posibles vacunas de ADN, una producida por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos y otra por las empresas GeneOne Life Science e Inovio Pharmaceuticals, ya están redundando en la convocatoria a voluntarios sanos de Estados Unidos para la primera de las tres etapas de ensayos clínicos en seres humanos.
Fuente:Noticiasdelaciencia
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