Sin duda los catarros o resfriados son las infecciones que los niños
sufren con más frecuencia. Si algo creo que puede reducir realmente la
dependencia de los padres respecto a su pediatra es entender lo que es
un catarro y cómo actuar frente a él.
Si por algo se burlan
habitualmente de nosotros los otros especialistas, es porque dicen que
somos “mocólogos” y “fiebrólogos”. Que la mayoría de lo que atendemos en
la consulta son simples catarros. Especialmente en invierno, pero en
casi cualquier época del año.
Algunos pensarán que aclarar esto es
tirar piedras contra mi propio tejado: Si doy a los padres una
herramienta como este artículo que cubra un porcentaje importante de las
consultas que atiendo, me voy a quedar sin trabajo. No lo veo así. Es
mucho, muchísimo lo que podemos hacer en la consulta por la salud de un
niño cuando atravesamos la “frontera de los Catarros”. Cuando tenemos
tiempo para hablar de otras cosas porque el catarro es algo ya
comprendido.
¿Qué es un Catarro o Resfriado?
Es una infección, generalmente causada por virus en la que predominan como síntomas los mocos, la tos y a veces la fiebre.
De estos tres elementos el más llamativo del catarro es el moco. Es abundante y suele ser claro. Pero cambia de características a lo largo del día.
El moco no se produce de forma constante. Hay momentos en los que aumenta mucho la producción, y entonces vemos que sale más fluido y otros en los que se enlentece y puede espesarse. Es típico que durante el día fluya más y de noche se acumule espesándose.
Aquí merece la pena destacar una situación que se confunde mucho con un catarro: La rinitis seca del lactante.
Cuando
un bebé nace, tras 9 meses sumergido en agua, su nariz no está
acostumbrada a cambios de humedad y temperatura tan intensos como los
que que sufre. Cuando esto ocurre la nariz se congestiona. Pero no cae
moco abundante, como en un catarro. Esta es una diferencia importante.
Aunque notemos la nariz taponada es más por congestión de la mucosa que
por que produzca moco. Esto puede mantenerse durante los primeros meses
de vida.
¿Se curan los Catarros siempre solos?
Un catarro es una infección que suele curarse sola.
Empieza
cuando nuestro cuerpo tiene contacto con un virus nuevo, frente al que
no teníamos defensas porque no lo habíamos pasado aún. Y mejora cuando
nuestro sistema defensivo lo identifica y empieza a producir anticuerpos
contra él.
Es un proceso que habitualmente dura unos cuantos
días. Suele decirse que en torno a una semana. Aunque puede acortarse si
nuestro cuerpo reacciona antes, lo que suele ocurrir cuando el virus se
parece a otro que ya conocemos. O puede alargarse en virus
especialmente agresivos.
De forma general se dice que tiene 2-3 días de empeoramiento y 2-3 días de mejoría.
En
los primeros días vemos que la fiebre si la hay produce picos cada vez
más frecuentes y más altos y a partir del 3º día suelen empezar a ser
menos frecuentes y más bajos. El moco en los primeros días es cada vez
más abundante con estornudos frecuentes. Cuando mejora se va espesando y
los estornudos suelen dejar paso a la tos.
Un catarro puede complicarse
No
es lo habitual. La gran mayoría de los catarros son una muesca más que
anotar en nuestra salud. Tan frecuentes que nadie lleva la cuenta exacta
tras el primer invierno de un niño.
Pero algunos catarros pueden complicares. Las bronquiolitis
por ejemplo empiezan como un simple catarro. Pero son producidas por
virus más agresivos o la respuesta del niño es demasiado intensa y
solemos decir que se le ha bajado al pecho.
En algunos de los
niños que sufren una primera bronquiolitis queda una mayor sensibilidad
que puede hacer que en los siguientes años casi cualquier catarro acabe
desencadenando la bronquitis.
Otras veces un catarro puede acumular demasiada cantidad de moco en los oídos y dar lugar a una otitis.
¿El Catarro que no se quita?
Otra
consecuencia de pasar catarros, uno tras otro, es que para defenderse
crecen las vegetaciones. Las vegetaciones son la parte de las defensas
que hay en la parte superior de nuestra garganta. Todos las tenemos.
Aunque a muchos nos las quitaron. Es mi caso.
Crecen para producir
defensas cada vez que hay una infección cerca. Y tras ceder la
infección se reducen lentamente de tamaño. Pero crecen mucho más rápido
de lo que se reducen. Cuando los catarros son muy frecuentes no da
tiempo a que vuelvan a su tamaño normal. Entonces notamos que parece que
no desapareciese el catarro del todo.
Ya os dije que en la fase final del catarro los estornudos son sustituidos por la tos y el moco es más espeso. Cuando las vegetaciones han crecido lo que vemos es un niño que queda en esa situación durante semanas: Moco espeso que cuesta que salga, y tos más frecuente cuando está tumbado o cuando se agita.
¿Cómo podemos mejorar los síntomas de un Catarro?
Ante los catarros suelen adoptarse alguna de las siguientes actitudes:
- Medicinas.
- Lavados nasales y que tome mucho líquido.
- No hacer nada.
Las
pongo en este orden porque la mayoría de las familias suelen empezar
por la primera de las posturas. Suelen pasar a la segunda
progresivamente. Y acaban adoptando la tercera en la mayoría de los
casos.
¿Por qué ocurre este cambio de actitud?
Al
principio, cuando un bebé no ha pasado nunca un catarro, solemos
asustarnos. No estamos acostumbrados a afrontarlos y tememos que
evolucione mal. Además en los niños más pequeños las complicaciones en
forma de bronquiolitis son más frecuentes. Es normal que ante el temor a
esta opción muchos padres pidan alguna herramienta que proteja al bebé.
Pero
cuando empieza la primera temporada de catarros de un bebé, al primer
catarro lo sigue un segundo y poco después un tercero…. Llega un momento
en que la mayoría de los padres empiezan a preocuparse más por la
cantidad de medicinas que toma su hijo que por las complicaciones
posibles de los catarros. Entonces empiezan a usar la opción 2: Lavados y
mucho líquido.
Pero hasta de eso se harta uno. Algunos niños ven
llegar a los padres con los artilugios para hacer el lavado nasal y
lloran. Con la experiencia acumulada los padres han perdido en muchos
casos el temor a las complicaciones y las ganas de hacer pasar un mal
rato al bebé con el lavado. Y lo dejan en paz. Hemos llegado a la opción
3: No hacer nada.
Como de costumbre lo adecuado es una mezcla de los tres dependiendo de las circunstancias.
¿Cuándo usar Medicinas y cuáles son útiles en un Catarro?
Como
un catarro es una infección que nuestro cuerpo es capaz de vencer en la
mayoría de los casos por sí mismo, lo adecuado en muchos casos es no
hacer nada.
Aunque como hemos visto un catarro puede complicarse, y hay cosas que pueden hacer más difícil que el catarro se complique.
Hay otro aspecto del que no hemos hablado: Un catarro puede ser bastante molesto. Sin que se complique, puede dificultar el descanso o la alimentación de quien lo sufre.
Y a veces da molestias muy localizadas, pero intensas: La sensación de nariz taponada o la irritación de la piel por el moco en torno a la nariz pueden ser muy molestas.
Cuando aparece cualquiera de estas circunstancias que he marcado en negrita yo
veo justificado hacer cosas que alivien estos síntomas. En la mayoría
de los casos, aunque no hagamos nada, se curará. Pero es que en medicina
no sólo podemos curar, podemos aliviar. Y también es importante para la
calidad de vida de nuestro hijo.
Lo más usado para aliviar es:
- Lavados nasales y mucho líquido. Sólo los recomiendo cuando vemos moco espeso abundante.
- Medicamentos para reducir la producción de moco. Los anti-histamínicos. Son medicamentos usados en las alergias con frecuencia. Pero igual de efectivos en un catarro. De hecho, una alergia es una reacción similar a un catarro pero frente a un estímulo que no debería generarla. Yo suelo usarlos cuando un exceso de mucosidad está generando las molestias mencionadas.
- Mucolíticos. Son medicamentos que hacen que el moco sea menos espeso. Pero tienen el efecto secundario de aumentar la cantidad de moco. Yo no los uso desde hace años, y no los he echado de menos.
- Anti-térmicos. Si hay fiebre que se acompañe de decaimiento o muy alta. Aunque la fiebre sea un mecanismo de activación de las defensas, si es muy elevada puede producir un malestar y un agotamiento evitables. Por evitarlos no impedimos que el cuerpo se defienda.
- Anti-tusivos. Sólo los uso cuando la tos no mueve mucosidad (tos seca) y hace difícil descansar o alimentarse (hace que vomite). No debemos usarlos cuando hay mucho moco, ya que si no dejamos que la tos expulse ese moco podemos favorecer se complique el catarro.
- Expectorantes. Son medicamentos que favorecen la expulsión de moco al toser. Son útiles cuando vemos que la tos es frecuente y mueve moco. Y que esa tos es muy persistente, dificultando el descanso, la alimentación, o nos da la sensación de que el moco está empezando a acumularse en el pecho.
Por
supuesto no pongo esto para que uses los medicamentos sin indicación
del médico. Sino para que entiendas mejor porqué te indica cada uno de
ellos si lo hace.
¿Cuándo acudir al pediatra si mi hijo tiene un Catarro?
La respuesta es simple: Cuando no sepas cómo actuar.
Pero especialmente, te recomiendo que acudas al pediatra si tu hijo sufre un catarro y:
- Tiene mal estado general. Lo notas muy decaído, incluso cuando no tiene fiebre.
- Tiene dificultad respiratoria. No me refiero a la nariz taponada, sino cuando lo ves que al respirar parece un pez fuera del agua: respira rápidamente como queriendo comerse el aire.
- Tiene una tos persistente que le impide alimentarse o descansar.
Estas situaciones son más importantes cuanto menor sea el bebé. Ante la duda, acude.
¿Puede un Catarro dar fiebre alta y no necesitar tratamiento con antibióticos?
Queda un pequeño detalle que por la insistencia con la que surge en la consulta merece que mencione.
Un
Catarro, que como hemos dicho es una infección producida generalmente
por virus, es insensible a los antibióticos. No es que sea malo darlos
en un catarro. Es que es inútil. Y tampoco es inocuo:
- Usar antibióticos con mucha frecuencia favorece que cuando realmente sean necesarios no sirvan. Si tenemos nuestra flora de la garganta constantemente bombardeada con antibióticos, favorecemos que crezcan en ella aquellos gérmenes que son resistentes. No es buena idea.
- Destruye la flora intestinal. Lo que no es una tontería. En nuestro intestino tenemos muchos gérmenes beneficiosos que nos ayudan a digerir los alimentos y ocupan un espacio que si dejamos libre pueden ocupar otros más agresivos, como la cándida. La cándida es un hongo (resistente a los antibióticos) que cuando es abundante en nuestro intestino puede dar muchos problemas. Mejor no abrirle la puerta dando antibióticos innecesarios.
Esto no significa que cuando sean necesarios deban evitarse. Sino que no debemos usarlos innecesariamente.
El Catarro con fiebre alta
Cuando
surgen las dudas con frecuencia es cuando los síntomas son claramente
de un catarro, pero hay fiebre alta. ¿Puede un catarro producir fiebre
alta? Pues sí. Solemos llamarlo entonces Gripe. Pero no tiene porqué ser
exactamente el virus de la gripe. Hay varios virus que son capaces de
dar fiebre alta y que dure más allá de esos 2-3 días de un catarro
normal.
Para saber si realmente es un virus o no los pediatras
disponemos de herramientas. Por lo que si un catarro no mejora en 2-3
días conviene que el niño sea explorado por el pediatra para ver si hay
algo más. Pero si no lo hay, el tratamiento sigue siendo aliviar
síntomas sin más y los antibióticos no estarán indicados.
Fuente:Pediatríaonline
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